El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 2024 cerró en 5,2%, estableciendo el límite máximo para el incremento de los cánones de arrendamiento de vivienda urbana en 2025.

Este ajuste se rige por la Ley 820 de 2003, que estipula que el aumento del arriendo no puede exceder el IPC del año anterior y solo puede aplicarse al momento de renovar el contrato, es decir, después de 12 meses desde el último ajuste.
En la práctica, si un inquilino paga actualmente $1.500.000 mensuales, el aumento sería de $78.000, llevando el nuevo valor a $1.578.000.
A pesar de que la inflación ha mostrado una tendencia a la baja, el incremento en los arriendos sigue representando una carga significativa para muchos hogares colombianos, especialmente en ciudades con alta demanda como Bogotá, Medellín y Cali.
Para mitigar el impacto de estos aumentos, programas como “Ahorro para mi Casa” de la Secretaría de Hábitat de Bogotá ofrecen subsidios mensuales de $882.570 durante un año, ayudando a los ciudadanos a cubrir el arriendo y fomentar el ahorro para adquirir vivienda propia.
Es fundamental que tanto arrendadores como arrendatarios estén informados sobre sus derechos y obligaciones para garantizar relaciones contractuales justas y equitativas en el contexto económico actual.